En el caso de la casa holandesa, las condiciones ambientales únicas y la topografía del sitio condujeron a un diseño con condiciones interesantes que responden a estos inconvenientes.
Teniendo en cuenta el territorio, Koolhaas se encargó de incorporar una casa por encima y por debajo de la tierra incluyendo todo lo necesario para ser habitada.
Una de las paredes parece ser la envolvente, ya que define la continuidad de los espacios interiores y patios
que funcionan como espacios de vida para las hijas.
Una rampa central ofrece conexiones funcionales y visuales entre los dos sistemas de programación distintos.
Aparte del peculiar terreno, se encontraron con otros requisitos como el de la altura máxima y el de la distancia de la carretera adyacente (ambos 4 metros).
Y en cuanto a la circulación vehicular, una ruta fue tallada para permitir el acceso eficiente y exitoso.
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